Ya no mas

yo... yo me quité mis eternos tenis, me puse unas sandalias que odio... Me arreglé al cabello... Me bañé y me maquillé con cuidado... Me puse perfume detrás de los oidos y en la ropa.
Mevi un par de veces frente al espejo, antes de salir y saber que estabas en la puerta.
Le pedí a mi Dios que me encontraras hermosa, que por primera vez, tus ojos se quedaran congmigo. Un ultimo suspiro y caminé a la salida.
Tu carita tierna, tu mirada dulce, tu saludo cariñoso, llegamos al destino. Una hora, dos tal vez.
Luego, la vez, con esos ojos tuyos que dicen todo, con tanto cariño, con tanta admiración que se me hace un nudo en la garganta.
Juegas con su ropa, juegas con ella y con su pelo... Yo te veo mientras algo me llena por dentro.
Ella realmente no puso cuidado, se ve igual que siempre, y eso basta para captar tu atención.
Ahi estoy yo en un lado de ti, y tu buscando estar al lado de ella. Buscando sus ojos como solías buscar los míos. Jugando como solías jugar conmigo.
Descubro que lo que me invade no son celos, por supuesto que no. Es melancolia... Es el saber que buscas su compañía como buscabas la mía, que buscas su platica y su ternura... Caray... si hasta yo la veo y me parece hermosa, buena, humana... increible.
Me puse linda... (dentro de mis posibilidades), me puse femenina, como tanto te gusta. Ni eso funcionó siquiera. .. Ni eso mantuvo tus ojos conmigo. Ya no mas, ya no mas lagrimas.

Dios me dió la señal que le pedí. Me las da una tras otra tras otra, y hoy decido que ya no mas. No mas lagrimas...